¿Qué estás haciendo por tu Patria?
En cierta ocasión escuché que la palabra "patria" quiere decir "la tierra donde nacieron tus padres" y que erróneamente se ha relacionado con cuestiones como el gobierno de un país.
Al hablar de Patria en lugar de país, afloran sentimientos no racionalizaciones. Es algo que llevamos en el corazón, más que en un certificado de nacimiento. Nuestra patria es como una marca personal.
En estos tiempos que estamos viviendo una crisis social, es fácil caer en el error de ver los problemas como ajenos a nosotros. Somos los primeros en juzgar, en señalar lo que está mal en el afuera, en los gobernantes corruptos y desinteresados y en la criminalidad que va en aumento. Pero es momento de hacer un alto y comprender el mensaje que se nos está enviado. Los gobernantes y criminales surgen de la sociedad y la sociedad somos todos. Esto se puede observar al decir que el narcotraficante es el amigo del primo y el tío del vecino es diputado.
No es posible quedarse sentado, maldiciendo a los demás y esperar una solución, mientras continuamos exactamente con nuestro mismo estilo de vida, sin considerar realizar un cambio.
Algo ha ido sucediendo en la sociedad mexicana desde mucho tiempo atrás que se nos considera como "fácilmente corruptibles". Si esto es así, es porque nuestros valores están trastocados y no nos detenemos a pensar en el bien común antes que el propio. No queremos a nuestra Patria aunque pregonemos lo contrario.
Esto lo vivimos enfocando nuestras prioridades y placeres en el dinero, los bienes materiales y el sexo. Siempre queremos más y si encontramos una manera más fácil y económica de conseguirlo, qué mejor. Así termina sucediendo que la gran mayoría compra mercancía pirata, da mordidas, acude a casas de apuestas, transita por las calles manejando ofensivamente, pasa los fines de semana emborrachándose o en tables, o pasa la vida haciéndose de ropa de marca, accesorios, autos, llenándose de objetos para llenar un vacío. estableciendo como prioridad el tener dinero para poder comprar. La sociedad, todos, estamos cayendo en un gran vacío existencial. Todo esto refleja nuestros valores, en lugar de pasar tiempo de calidad con la familia y amigos, realizar actividades culturales, conocer tu cultura y patrimonio para poder amarla, o realizar un servicio a tu comunidad.
Los jóvenes no quieren estudiar, y si lo hacen es a medias sólo con el objetivo de ganar dinero y no de prestar un servicio de calidad a la sociedad y así dejar huella.
Cuando alguien pasa sus fines de semana emborrachándose, yendo a tables o yendo de shopping, sus amigos piensan que es muy "chido", pero si alguien hace voluntariado en un hospital, un museo, una iglesia piensan que es un "pendejo" por gastar su tiempo y gasolina así.
¿Dónde están nuestros valores y prioridades?, ¿Por qué estamos generando tanta corrpución y delincuencia? La respuesta es fácil: Porque ponemos la responsabilidad de lo malo en el otro y sólo vemos por nuestro propio bien. Hemos creado una cultura altamente defensiva que termina convirtiéndose en ofensiva porque "no nos queda de otra" y porque "el que no tranza no avanza".
Es hora de verse en el espejo y ver a México en ti. No en el gobierno, no en la delincuencia. ¿Cuál es el ejemplo que das a tus hijos, familiares, amigos?, ¿Cuál es tu discurso de vida?, ¿Qué estás haciendo por tu Patria?
Vive tu vida de tal manera que sea un ejemplo de vida digna, honesta y servicial, y siembra la semilla a tu alrededor. Porque México se encuentra tocando fondo y es hora de hacer un alto y pensar qué vas a hacer por tu Patria.
Despotricar contra el gobierno no es suficiente. Hay que atacar el problema de raíz y sembrar la esperanza de brindarles una mejor Patria a nuestros hijos en un futuro. Vive como si realmente quisieras a tu Patria, con hechos, no sólo con palabras. No te acuerdes de ella solamente en los mundiales de fútbol y te sientas muy patriótico por hondear una bandera.
En este bicentenario, nuestra Patria clama por otra revolución, una revolución personal.
Al hablar de Patria en lugar de país, afloran sentimientos no racionalizaciones. Es algo que llevamos en el corazón, más que en un certificado de nacimiento. Nuestra patria es como una marca personal.
En estos tiempos que estamos viviendo una crisis social, es fácil caer en el error de ver los problemas como ajenos a nosotros. Somos los primeros en juzgar, en señalar lo que está mal en el afuera, en los gobernantes corruptos y desinteresados y en la criminalidad que va en aumento. Pero es momento de hacer un alto y comprender el mensaje que se nos está enviado. Los gobernantes y criminales surgen de la sociedad y la sociedad somos todos. Esto se puede observar al decir que el narcotraficante es el amigo del primo y el tío del vecino es diputado.
No es posible quedarse sentado, maldiciendo a los demás y esperar una solución, mientras continuamos exactamente con nuestro mismo estilo de vida, sin considerar realizar un cambio.
Algo ha ido sucediendo en la sociedad mexicana desde mucho tiempo atrás que se nos considera como "fácilmente corruptibles". Si esto es así, es porque nuestros valores están trastocados y no nos detenemos a pensar en el bien común antes que el propio. No queremos a nuestra Patria aunque pregonemos lo contrario.
Esto lo vivimos enfocando nuestras prioridades y placeres en el dinero, los bienes materiales y el sexo. Siempre queremos más y si encontramos una manera más fácil y económica de conseguirlo, qué mejor. Así termina sucediendo que la gran mayoría compra mercancía pirata, da mordidas, acude a casas de apuestas, transita por las calles manejando ofensivamente, pasa los fines de semana emborrachándose o en tables, o pasa la vida haciéndose de ropa de marca, accesorios, autos, llenándose de objetos para llenar un vacío. estableciendo como prioridad el tener dinero para poder comprar. La sociedad, todos, estamos cayendo en un gran vacío existencial. Todo esto refleja nuestros valores, en lugar de pasar tiempo de calidad con la familia y amigos, realizar actividades culturales, conocer tu cultura y patrimonio para poder amarla, o realizar un servicio a tu comunidad.
Los jóvenes no quieren estudiar, y si lo hacen es a medias sólo con el objetivo de ganar dinero y no de prestar un servicio de calidad a la sociedad y así dejar huella.
Cuando alguien pasa sus fines de semana emborrachándose, yendo a tables o yendo de shopping, sus amigos piensan que es muy "chido", pero si alguien hace voluntariado en un hospital, un museo, una iglesia piensan que es un "pendejo" por gastar su tiempo y gasolina así.
¿Dónde están nuestros valores y prioridades?, ¿Por qué estamos generando tanta corrpución y delincuencia? La respuesta es fácil: Porque ponemos la responsabilidad de lo malo en el otro y sólo vemos por nuestro propio bien. Hemos creado una cultura altamente defensiva que termina convirtiéndose en ofensiva porque "no nos queda de otra" y porque "el que no tranza no avanza".
Es hora de verse en el espejo y ver a México en ti. No en el gobierno, no en la delincuencia. ¿Cuál es el ejemplo que das a tus hijos, familiares, amigos?, ¿Cuál es tu discurso de vida?, ¿Qué estás haciendo por tu Patria?
Vive tu vida de tal manera que sea un ejemplo de vida digna, honesta y servicial, y siembra la semilla a tu alrededor. Porque México se encuentra tocando fondo y es hora de hacer un alto y pensar qué vas a hacer por tu Patria.
Despotricar contra el gobierno no es suficiente. Hay que atacar el problema de raíz y sembrar la esperanza de brindarles una mejor Patria a nuestros hijos en un futuro. Vive como si realmente quisieras a tu Patria, con hechos, no sólo con palabras. No te acuerdes de ella solamente en los mundiales de fútbol y te sientas muy patriótico por hondear una bandera.
En este bicentenario, nuestra Patria clama por otra revolución, una revolución personal.
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