Oda a un Ave
Ondea en el cielo con gracia innata
y se trasforma en elegantes líneas curvas.
Eres envidiable por transitar en dos mundos.
Tu fortaleza es metálica
y tu fragilidad es de plumas y porcelana.
Inundas el aire con oxígeno musical
y la perspectiva con pinceladas inauditas.
Eres alegría en momentos de pena
y mejoras la existencia con tu presencia.
Ojalá sepas perdonar por los maltratos milenarios.
Dios te guarde y te proteja
porque el hombre toma por sentado
a los seres pequeños pero escenciales.
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