Caracol
Hoy un niño me regaló un caracol.
Me regaló un caracol que su propio padre le había dado.
Un caracol que simboliza dureza por fuera y suavidad por dentro.
Me lo regala y me expresa su duda sobre si yo lo aceptaría.
El niño me solicita con sus ojos que lo escuche.
Escucho su plática infantil, mirándolo a los ojos.
Esa plática de niño, donde sus problemas pueden ir
desde padres que pelean hasta hermanos que no prestan.
Guardo con gran cariño el caracol.
El caracol que me dio como pago por mi escucha.
Triste es que un niño quiera comprar los oídos de un adulto.
Cuando dichos oídos deberían ser gratuitos.
Niños que no encuentran quien los comprenda,
en este mundo adulto donde sus problemas infantiles no tienen cabida.
Niño: Espero que no tengas que comprar la atención de tus padres.
Gracias por el caracol...y por el aprendizaje:
De hoy en adelante, prestaré atención.
Prestaré mayor atención a la dulce plática de los niños.
Comentarios
Saludos!
siempre escucho más a los niños: siento que tienen mucho más que decirme que la mayoría de los adultos.
un beso.
Dinora: Sí, es como mágico el escuchar el mar en los caracoles, no? Saludos a ti también!
Camille: Yo también pienso que los niños tienen muchas cosas importantes que decir, sólo que no cualquiera lo aprecia...Besos!
Carla: Los caracoles son bellos. Gracias por leerme! Besos!
Un bonito recuerdo con ese caracol queda..
Besos muy cálidos de una sirena
Tobro infernal: Los regalos pueden tener muchas formas y contener muchas cosas. Es bueno evocar recuerdos a través de cosas e historias.
Pobre niño.
Espero que siempre tenga alguien que le escuche.
Besos.
Te extraño amiga!!!
aprendizaje...
lindo blog.
saludos.